Llamados a ser santos

Llamados a ser santos
“Todos estamos llamados a la santidad, y sólo los santos pueden renovar la humanidad.” (San Juan Pablo II).

sábado, 20 de diciembre de 2014

Cracovia 2014 (3) Wadowice

Se comentaba que la visita a Wadowice estaría incluida dentro del programa del Congreso,  pero no lo teníamos confirmado, asi que allí fuimos, emocionadísimas de ir hacia el lugar natal de Karol Wojtyla . En ómnibus se viaja bien, es barato  y no es lejos. En este blog hay abundante información sobre Wadowice , que invito visitar.
Me limitaré aquí a comentar esta visita, que por una parte indudablemente era especial como lo son todas las visitas a aquel lugar donde todo empezó pero además lo era porque yo no conocía aún el nuevo Museo Juan Pablo II.  Habia visitado el lugar por última vez en 2011,cuando casa y nuevo museo estaban en reconstrucción y refacciones. 
Otro dia brillante,  si bien contábamos con poco tiempo, lo que  no nos permitió  visitar otros lugares tan importantes en la vida de Karol Wojtyla, entre otros el querido Monasterio carmelita sobre la colina y la iglesia dedicada a San José, donde se encuentra su escapulario; tampoco la iglesia dedicada a San Pedro.  Y tampoco pudimos ir juntas a Kalwaria.   Lamento por mis amigas que no han podido ver mas (deberemos volver;). Se recomienda salir temprano con previo conocimiento de horarios de buses!

Mis visitas a  Wadowice tienen ese encanto especial de estar acompañando  a Karol los años de su niñez y juventud, de sus visitas ya siendo Papa; especialmente de la primera  donde el expone todo su cariño y familiaridad para con el lugar,  su regreso a la tierna infancia, a su querida patria chica,  aunque él amaba Cracovia. Ante cada persona mayor uno se pregunta si lo habrá conocido, habrá sido compañero suyo, amigo, vecino, conocido?  En Wadowice se respira ese aire especial y creo que toda la población es consciente de ello, se siente en el aire….. guardo en especial recuerdo un viaje que hice desde la cercana Kalwaria Zebrzydowska en un ómnibus que paró en todos los pueblitos de las colinas. Cuando pregunte si iba a Wadowice una señora mayor me señalaba con el dedo que no (seguramente se habría dado cuenta que me llevaba allí)  pero como el cartel indicaba Wadowice me subi.  Despues me di cuenta porque me decía que no…..pero para mí fue un precioso paseo.



Nuestra visita obligada consistía en la parroquia de Karol, su parroquia querida cuyo costado veía desde la ventana de su casa, ventana donde veía también el reloj con la famosa leyenda el tiempo pasa, la eternidad espera…. Y el nuevo Museo con la casa de Karol Wojtyla.
Dedicamos buena parte del tiempo a la iglesia más en calidad de peregrinas que de turistas,  rezamos ante la pila bautismal, 


donde el 20 de junio de 1920 fue bautizado el niño Karol Jozef Wojtyla por el Rev. Edward Zacher,  ante el altar de Nuestra Señora del Perpetuo Socorro, 


y ante el nuevo altar en honor a San Juan Pablo II. 


Sigo maravillada ante las pinturas de las bóvedas de la iglesia recordando las encíclicas de Juan Pablo II. 


Delante de la iglesia en la nueva explanada (del 2011)  han sido incluidas placas con los nombres de todos los países que Juan Pablo II visitó durante su pontificado.  La correspondiente a la Argentina está bien frente a la iglesia con la fechas de 1982 y 1987.  

Y en la explanada misma hay una exposición de diferentes momentos de la vida del Papa polaco desde niño.


Creo que nunca había comido en un restaurant en Wadowice, pues esta vez lo hicimos por “invitación” – una joven invitaba a quienes llevaban cara de turista….y resulto un restaurant muy peculiar, (un espacio fuera del tiempo),  bonito, con una decoración muy infantil si se quiere, pero sumamente agradable. Habia que probar algo bien polaco, asi que yo comi pierozki (una especie de raviolones rellenos de chukrut). Riquisimo!

Y después a concentrarnos, pues nos dirigíamos al nuevo Museo San Juan Pablo II (habíamos averiguado previamente el horario de guía en español).  Comparado con la casa propiamente dicha donde el vivió 18 años de su vida, el Museo, (construido con ayuda de una variedad de pequeños y grandes contribuyentes)  es imponente, pues ahora abarca todo frente del costado lateral de la parroquia de Karol, la Basilica de la Presentación de la Virgen Maria. La novedad es que el Museo solo se puede visitar acompañado con guía.   Nuestra guía fue  buena, hablaba bien el español (había vivido en España) agradable y  sincera (admitió que aún le quedaba mucho por aprender) pero la imposibilidad de visitarlo solo impide detenerse más tiempo donde uno quisiera, (hay material para estar todo el dia!)  aunque quienes viven en Polonia tienen oportunidad de estar allí para las numerosas y diversas celebraciones, reuniones y visitas especiales que tienen lugar allí durante el año, naturalmente en idioma polaco. El Museo es una joyita arquitectónica y artística haciendo buen uso de las tecnologías disponibles y abarca toda la vida de Karol Wojtyla, desde su casa natal hasta las cartas que los peregrinos iban colocando sobre su tumba en la cripta de la Basílica de San Pedro, Personalmente sentí nostalgia por la familiaridad de la casa-museo original, cuando solo se visitaba las habitaciones-vivienda de la familia Wojtyla si bien todo el complejo fue diseñado, según dijera el cadenal Stanislaw Dziwisz para las futuras generaciones,  pensando en aquellos que nunca han conocido ni oído del Papa polaco, para ofrecer una imagen de su vida y obra.  Igual me queda el privilegio de haber caminado por el pasillo y las habitaciones que el mismo Karol transitó durante su niñez y juventud y haber besado el umbral de su casa!
Naturalmente no nos privamos de las famosas y deliciosas kremówki de Wadowice, pero como pequeño desafìo creo que las eslovenas de Bled son incomparables!

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